En una consulta de Planificación Familiar una mujer me decía, ¿Se ha inventado ya, o está en proceso de inventarse, la maquinita que te diga todos los días si estás fértil o no?
Efectivamente, sería muy cómodo que alguien nos dijera con certeza cuáles son los días en los que hay posibilidad o no de embarazo ¿verdad? A muchas mujeres se les quitaría un gran peso de encima: desaparecería el miedo constante a un nuevo embarazo. No quiero dejar al hombre de lado, ni parecer que esto no va con él. También el hecho de «no saber qué pasa» a ellos les puede agobiar. La responsabilidad de los hijos recae igual en el hombre y en la mujer, y no es cuestión de culpa de ninguno de los dos que haya embarazo. Aunque, en general, veo y experimento que es la mujer la que siente más peso, ya que de unos minutos de relación sexual podría resultar una gestación de 9 meses. Quizá por esto, y porque está claro que son sus ciclos los que se han de conocer bien, es la mujer la que se puede sentir más preocupada o deseosa de «controlar» la situación.
Lo ideal sería tener una maquinita que nos dijera qué está pasando, y vivir con tranquilidad una vida sexual. Algo casero y sencillo, cómodo y fiable. Otras opciones como, por ejemplo, una muestra de secreción cervical, una ecografía o una analítica, resultan poco accesibles para todos los días de un ciclo.
Pero, resulta que, esa maquinita ya existe.
Existe desde el principio. Es el propio cuerpo de la mujer, que funciona mandando señales que avisan todos los días sobre lo que está pasando en ese interior femenino. Parece, como escribió Saint-Exupéry, que «lo esencial es invisible a los ojos». A pesar de existir desde el inicio de la humanidad, el verdadero valor del cuerpo no siempre es evidente.
Tengo la teoría de que en este mundo tecnificado, sentimos y creemos que solo las tecnologías nos pueden sacar de dudas, y no nos fiamos de nosotros mismos. En el caso de la fertilidad es muy llamativo que se confíe más en un aparato que en la propia máquina que llevamos incorporada.
Ya en 1981, en un ensayo con 869 mujeres se comprobó que un 93% de mujeres eran capaces de entender su secreción cervical fértil en el primer ciclo de seguimiento, y un 97% después de 3 ciclos de aprendizaje. Han pasado casi 40 años durante los cuales se ha mejorado la enseñanza extendida por todo el mundo. Con esto quiero alentar y persuadir a las mujeres, transmitir la ilusión por el conocimiento del propio cuerpo. Animar a querer aprender, a fiarse de una misma, porque es perfectamente posible, y los beneficios son muchos.
Esa maquinita, el propio cuerpo, es la que te habla, sólo hay que aprender a escucharla.
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Me ha gustado mucho!
muchas gracias!!