¿Es eficaz el Método del Ritmo?

  • 21 enero, 2019

El Método del Ritmo, también llamado Método del Calendario o Método de Ogino-Knaus, fue el primer método que se utilizó para la planificación familiar natural en los años 20. De ahí que exista una gran parte de la población adulta que lo conoce.

Fue desarrollado entre 1924 y 1930 por el ginecólogo japonés Kyusaku Ogino, y perfeccionado por el médico austriaco Hermann Knaus. Gracias a estos doctores se reconoció por primera vez que la ovulación es el momento más importante del ciclo de la mujer, estableciéndose así las dos fases del ciclo ovárico: la fase preovulatoria y la fase postovulatoria, siendo la primera de duración variable y la segunda de duración constante.

El Método del Ritmo utiliza este conocimiento para determinar el periodo fértil mediante cálculos basados en la duración de los ciclos anteriores. De esta manera, se cuentan los días del ciclo y se eligen los días apropiados para las relaciones sexuales tanto para lograr como para evitar embarazo. El cálculo se hace de esta manera: se observa la duración de 6 ciclos menstruales, se resta 18 de la duración del ciclo más corto (primer día fértil estimado) y se resta 11 de la duración del ciclo más largo (último día fértil estimado).

 

¿Es eficaz?

Se conoce por todo el mundo y ha sido largamente utilizado, pero no por ello es el mejor. Aunque puede funcionar bien para mujeres con ciclos regulares (25-35 días), no es adecuado cuando hay cualquier alteración en éstos, y muchos menos aconsejado en mujeres con ciclos irregulares. De todos los métodos naturales, resulta ser el menos eficaz (75% de eficacia para posponer embarazo) por lo que no se tiene en cuenta en la enseñanza del conocimiento de la fertilidad, considerándose como un método obsoleto. ¿Qué mujer no ha sufrido nunca alguna alteración puntual en sus ciclos? El problema de utilizar este método es que, a priori, la mujer no sabe si ese ciclo tendrá una duración distinta a la usual, y por lo tanto errar en el cálculo de la fase fértil.

Se ha considerado siempre como una forma natural de planificación familiar, de hecho a sus creadores les debemos mucho por sus descubrimientos en torno al ciclo reproductivo. Sin embargo, se considera un método anticuado y poco recomendado vista su eficacia. Tristemente en algunos ambientes, cuando se habla de los Métodos Naturales se cree que son solo el método del Calendario, considerando así que los Métodos Naturales no sirven para posponer embarazo. Existe un gran desconocimiento de aquellos métodos que, comparados con el de Ogino, son mucho más modernos y eficaces. Por ejemplo, el Método Sintotérmico o el Método de la Ovulación Billings. Éstos se basan en el seguimiento diario de los Indicadores de Fertilidad, muy extensamente estudiados y validados, teniendo la infinita ventaja de preparar a la mujer frente a cualquier alteración (bastante normal) de sus ciclos ováricos, y con una eficacia del 99,6% para evitar embarazo.

El Método del Ritmo, Ogino o Calendario resulta arriesgado utilizarlo si lo que se desea es evitar embarazo. En ocasiones, se utiliza de forma deformada en lo que llamo hacer «la cuenta de la vieja», un cálculo aproximado mal hecho que aumenta el número de embarazos no esperados.

Es preferible que la mujer tome su tiempo (de 3 a 6 ciclos) para aprender bien a reconocer su fertilidad con uno de los métodos modernos que anteriormente comenté, para que, en vez de predecir de forma poco segura su fase fértil, la mujer junto a su pareja sepan siempre qué posibilidades tienen de embarazo.

 

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