La fertilidad es signo de salud en el hombre y en la mujer. Y no solo abarca el sistema reproductor como tal, ya que hay muchos otros factores que de alguna manera influyen en la capacidad de concebir. Éstos son básicamente la edad, el estado de salud y el funcionamiento del sistema endocrino (resto de hormonas que no son las reproductoras pero que de alguna manera están relacionadas e interfieren entre ellas).
En este artículo me centro en una aspecto que tiene mucho que ver con el estado óptimo de salud: la dieta y el estilo alimentario. Existen numerosos estudios que hablan de la relación existente entre los alimentos que consumimos y estado de salud general de una persona, sea hombre o mujer, y consecuentemente en su fertilidad, de una manera positiva o negativa.
Si bien es cierto que el tema de la nutrición puede llegar a ser un tema espinoso donde no aparecen siempre las cosas claras, en este artículo desarrollo brevemente cinco puntos (de los cientos que hay) que considero pueden ayudar:
- Llevar una dieta sana
¿Sabemos qué tipo de dieta seguimos?
Está comprobado que las opciones dietéticas desempeñan un papel en los resultados reproductivos.
Una dieta equilibrada, por ejemplo, la dieta mediterránea, es positiva para nuestra salud en general y por lo tanto para nuestra fertilidad. Este tipo de dieta se caracteriza por una alta ingesta de aceites vegetales (oliva y coco), verduras, pescado y legumbres, así como una baja ingesta de azúcar y sal. También la dieta de fertilidad de Harvard, que recomienda, más que alimentos “milagrosos” para la fertilidad, como las ostras y el champán, el ajo, el ginseng o las algas marinas, una dieta rica en proteínas, granos integrales y grasas saludables.
Puede ser positivo contar con un buen asesoramiento nutricional cuando se desea embarazo.
- Evitar comidas exprés
La famosa comida rápida o exprés no es más que «la que se elabora con ingredientes formulados para alcanzar un cierto sabor o consistencia y para preservar frescura. Esto requiere un alto grado de ingeniería del alimento, el uso de añadidos y las técnicas de proceso que alteran substancialmente el alimento de su forma original y reducen su valor alimenticio. Esto hace que sea habitualmente calificada de comida basura o comida chatarra.»
De la misma manera que un sedentarismo es negativo para la salud en general, las dietas exprés o comida rápida, por ejemplo, también lo son, pudiendo influir negativamente en nuestra fertilidad, en la calidad espermática y en las probabilidades de concebir. Según este estudio que nos recuerda la importancia de una alimentación equilibrada, necesitamos comer más fruta y menos comida rápida.
La ingesta de comida exprés de forma continuada puede provocar aumento de obesidad, lo que no favorece a la fertilidad, como se explica en este otro estudio. (Llevado al otro extremo, un peso insuficiente también supone un problema para el sistema reproductor y para un posible embarazo).
- Descartar alergias e intolerancias alimentarias
Hoy en día tenemos fácil acceso a múltiples pruebas que se ofrecen para detectar intolerancias alimentarias, es decir, para saber qué comidas se deben de eliminar de la dieta porque sientan mal. Muchas personas que las han realizado afirman que al eliminar ciertos alimentos se han sentido mejor. Sin embargo, esta práctica no es la recomendada por las sociedades médicas especializadas en este tema, por ejemplo la British Society for Allergy and Clinical Immunology (BSACI), o la Australasian Society of Clinical Immunology and Allergy (ASCIA) que consideran algunas de estas pruebas de intolerancias alimentarias poco fiables, ya que no resuelven un problema real y se corre el riesgo de entrar en dietas innecesarias que más que ayudar confunden. Por eso, es aconsejable que este tipo de diagnóstico lo lleve a cabo un especialista, que confirme si efectivamente hay algún tipo de alimento que esté afectando negativamente a la salud.
- Ayudarse de complementos alimenticios
Tratar de mantener una perfecta dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales no siempre es fácil, por ello no está de más tomar algún complemento alimenticio que complete las ingestas adecuadas por ejemplo de ácido fólico (vitaminas del grupo B) y minerales como el Zinc. Sin embargo, es bueno que los suplementos se tomen bajo consejo médico, porque puede ser que, tras una analítica de sangre, se diagnostiquen niveles inadecuados de algún parámetro concreto.
- Evitar alimentos como la cafeína
La cafeína es una de las sustancias farmacológicamente activas que más se ingieren en el mundo. Se ha demostrado que las altas dosis de ingesta de cafeína durante el embarazo aumentan el riesgo de aborto espontáneo. En este estudio se examinaron a 1063 mujeres embarazadas. Aquellas que consumían 200 mg o más de cafeína por día (dos o más tazas de café) tenían el doble de riesgo de aborto involuntario que las mujeres que no consumían cafeína. Las mujeres que consumían menos de 200 mg de cafeína diariamente tenían un riesgo de aborto espontáneo mayor al 40 por ciento.
Otros artículos que te pueden interesar:
- Alimentando tu fertilidad
- Las causas de la infertilidad
- La ventana de fertilidad
- Ciclos cortos o largos?
- 6 básicos de la secreción cervical
- ¿Cuánto tiempo sobrevive un espermatozoide?
-
¿Quieres aprender a conocer tu fertilidad con un Método Natural? Puedes contactar conmigo aquí para recibir más información.
¡SÍGUEME EN LAS REDES SOCIALES!
Facebook
Twitter
Instagram