3ª parte. Mecanismo de acción de los anticonceptivos hormonales sólo de progestágeno

  • 23 enero, 2020

Hemos visto anteriormente:

En esta 3ª parte veremos los mecanismos de acción de los contraceptivos hormonales solo de progestágeno.

 

La primera píldora hormonal anticonceptiva se lanzó en 1959. Ya a mediados de los años 60 se describieron los efectos secundarios cardiovasculares tromboembólicos que producían las altas dosis de estrógenos de esa píldora anticonceptiva, de manera que se trató de minimizar al máximo la dosis (de ahí que surgieran las combinadas estrógeno-progestágeno), hasta llegar incluso a eliminar por completo el estrógeno y poder prescribir un anticonceptivo hormonal apto para determinados grupos como las mujeres fumadoras mayores de 35 años, con historial de trombosis, con hipertensión, con fuertes migrañas o las mujeres en periodo de lactancia materna.

 

Desde entonces hasta hoy han ido apareciendo distintos tipos de presentaciones de preparados hormonales con finalidad anticonceptiva que llevan sólo progestágeno (derivados sintéticos de la progesterona): minipíldoras, implantes subcutáneos, preparados inyectables (el diu con progestágeno y la píldora del día después los veremos en otro post).

 

De primeras, podemos decir que los mecanismos de acción de estos compuestos son similares a los de los compuestos combinados (estrógeno-progestágeno que veíamos en la 2ª parte): alteración del eje hipotálamo-hipófisis-ovario, espesamiento del moco del cuello del útero, alteración de la motilidad de las trompas, alteración de la receptividad del endometrio a una implantación. Ahora bien, existe una gran diferencia en la medida en que actúan a uno u otro nivel, concretamente en el efecto sobre el eje central.

 

De los compuestos que llevan sólo el progestágeno hay que distinguir:

  • Las minipíldoras y los implantes subcutáneos. Tienen un escape de ovulaciones de más del 50% (los combinados hormonales tenían un escape de ovulaciones de un 10%). Esto se debe a que el progestágeno sólo, sin el refuerzo de un estrógeno, no logra bloquear totalmente la actividad del eje hipotálamo-hipófisis-ovario. En muchos manuales sanitarios de referencia se describe que alteran el moco cervical, impiden la implantación del embrión, y en algunas pacientes suprimen la ovulación. La realidad es que la mayoría de las mujeres que toman la minipíldora o usan los implantes siguen ovulando, al ser dosis bajas de progestágeno. Si tuviéramos que calcular la cantidad de abortos que pueden provocar estos compuestos por el efecto antiimplantatorio, serían alrededor de 1 una vez al año, algo relativamente habitual, frente al efecto mínimamente abortivo de los compuestos combinados (1 cada 11 años aproximadamente).
  • El caso de los inyectables es diferente. A pesar de llevar sólo progestágeno, sí se previene casi totalmente la ovulación al ser dosis mayores de hormona, además de ejercer acción sobre el cérvix y el endometrio. Estos preparados se usan poco por el efecto secundario de tipo hemorrágico. Son los únicos que se pueden considerar anticonceptivos sin efecto abortivo.

 

Todos los datos han sido consultados y sacados del estudio de Pau Agulles Simó «Efecto abortivo de los anticonceptivos hormonales: una revisión» 

 

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