La alimentación puede desempeñar un papel importante para lograr un sueño restaurador durante la noche, que proporcione a la mente la oportunidad de descansar y al cuerpo recuperarse.
El insomnio es uno de los muchos síntomas de ansiedad, depresión y estrés. Sobreponerse a la principal causa de ansiedad es esencial para mejorar los hábitos de sueño; sin embargo, una buena alimentación también puede ayudar.
Las alteraciones del sueño también pueden afectar a la fertilidad femenina. El descanso de la mujer es vital para que el ciclo reproductivo pueda llevarse a cabo sin alteraciones, y gracias a éste se puede lograr un control adecuado de los días fértiles en la mujer. Las personas que duermen menos de cinco horas son más propensas a sufrir obesidad, y la obesidad puede provocar, entre muchos otros, problemas de fertilidad.
Algunas sustancias químicas naturales del organismo promueven el sueño, y la alimentación también influye. El consumo de grandes cantidades de café, té, refrescos de cola o chocolate después de cenar, proporciona cafeína al cerebro, lo que lo mantiene despierto. No obstante, algunas personas que beben mucho café desarrollan tolerancia a la cafeína y no tienen problemas para conciliar el sueño.
Alimentos y bebidas para dormir:
- No beba cantidades excesivas de alcohol, ni estimulantes como el té o el café, poco antes de irse a la cama.
- Nunca se acueste con apetito, y nunca se vaya a la cama con el estómago demasiado lleno. Con muy poco alimento, más cierto dolor molesto en la boca del estómago, tendrá un sueño inquieto; con demasiado, pudiera ser que la digestión, acidez o flatulencia le mantengan despierto toda la noche. Los alimentos grasos o condimentados también pueden provocar estos síntomas.
- No coma alimentos pesados o grasos por lo menos 3 horas antes de acostarse.
- Leche: un vaso de leche endulzada en el momento de acostarse estimula el sueño debido a que el azúcar de la bebida permite que el cerebro absorba más triptófano (suministrado por la proteína de la leche) de la sangre, que el cerebro lo transformará en una sustancia química tranquilizadora llamada serotonina.
- Alimentos con almidón: como el pan y la pasta, pueden mejorar la resistencia física y a la vez actuar como sedantes en el cerebro. Esto se podría deber al efecto del almidón sobre los niveles de glucosa en la sangre, o quizá porque existe la posibilidad de que estimulen la liberación de serotonina.
- Miel: remedio tradicional que puede actuar como sedante ligero. Disuelva un poco de miel en leche caliente o infusión de manzanilla. Se dice que las infusiones a base de hierbas garantizan una buena noche de sueño; la manzanilla, la flor de azahar y la valeriana se consideran las más efectivas.
Susana Choya Lobo
Nutricionista
Colaboradora de Letyourselves
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