Durante la lactancia materna tiene lugar un hecho fisiológico que puede retrasar el retorno a la fertilidad tras el parto: la succión frecuente del pezón ejerce un efecto inhibitorio en la función del hipotálamo y de la hipófisis, de manera que en ésta última se altera la secreción de la hormona folículo estimulante (FSH) encargada de la maduración del óvulo, y de la hormona luteinizante (LH), encargada de desencadenar la ovulación. En estas condiciones de inhibición de la función reproductora, la mujer no ovula y por tanto tampoco tiene menstruaciones.
METODO MELA
El conocido Método de la Amenorrea de la Lactancia (MELA), se basa en lo anteriormente descrito, de manera que, para exista infertilidad en la lactancia se deben de cumplir una serie de condiciones.
“Tras el parto, una mujer tiene una protección de al menos el 98% frente a un embarazo, durante seis meses, mientras esté en amenorrea y proporcione a su hijo lactancia materna exclusiva o casi exclusiva”. A este consenso se llegó en el año 1988 en Bellagio, Italia, donde expertos del mundo entero en investigación biomédica, investigación en las ciencias sociales, políticas de planificación familiar y prácticas clínicas, educación médica, salud de la mujer y comunicaciones, propusieron utilizar la amenorrea de la lactancia materna como método natural de planificación familiar, basándose en los datos de 13 estudios llevados a cabo en 8 países. Y un año más tarde, en 1989, se creó un algoritmo para hacer el método útil y sencillo de utilizar.
Es un método que, tras su puesta en práctica durante años, ha sido validado científicamente. Y el algoritmo o patrón que se sigue para considerar la infertilidad en la lactancia es el siguiente:
METODO RÖETZER
Por otro lado, en 1987, basándose en su amplísima experiencia clínica, Röetzer publicó una ampliación del MELA precisando que las “normas de lactancia alcanzan un 100% de eficacia anticonceptiva en las 12 primeras semanas de posparto” siempre y cuando se cumpla que:
• El bebé no tenga más de 84 días,
• El intervalo entre dos mamadas nunca supere las 6 horas, ni de día, ni de noche,
• El bebé tome el pecho por lo menos 5 veces al día, y un mínimo de 100 minutos/día,
• El bebé se alimente exclusivamente de la leche materna.
Estas normas, que según Röetzer suponen una eficacia del 100%, son más estrictas que las del MELA y suponen un uso más difícil para las madres. Se refieren, además, a los tres primeros meses posparto.
La duda se plantea con las madres que deben volver al trabajo antes de los seis meses y utilizan la extracción de leche en algunos momentos del día, en vez de la succión directa del bebé, ya que la eficacia del método de la lactancia disminuye si la extracción manual excede al 10% de las tomas.
Por ello, y a pesar de cumplir todas las normas anteriormente citadas, es conveniente comenzar a seguir la evolución de la fertilidad desde que la mujer deja de tener loquios o sangrados posparto con los indicadores de fertilidad.
En Letyourselves hacemos el seguimiento de la madre durante el periodo de postparto y lactancia, sin hormonas ni efectos secundarios. La mujer aprende los conocimientos fisiológicos necesarios para entender qué está pasando en su cuerpo en esta etapa, y sabe reconocer los indicadores de fertilidad que le avisarán del momento próximo de ovulación. El seguimiento es personal e individual, a través de sesiones presenciales u online repartidas a lo largo de 3, 6 ó 12 meses, dependiendo del tipo de lactancia y del retorno a la fertilidad.