Cada vez más mujeres deciden abandonar los anticonceptivos hormonales, sea píldora, parches o anillo, generalmente por evitar las consecuencias negativas en su cuerpo. Testimonios reales muestran el deseo de encontrar otras formas de planificar que sean menos invasivas.
«Cuando usé anticonceptivos, me preocupaban por un lado los posibles efectos abortivos, y por otro, los efectos secundarios en mi salud. Creo que la sociedad vulnera a las personas, en especial a las mujeres, cuando existen presiones para que nos mantengamos siempre infértiles”
Una mujer que opta por los compuestos hormonales para planificar no debe de ignorar cómo funcionan éstos. Todos ellos tienen efecto sobre el sistema reproductor a tres niveles:
- Cerebral: bloquean el eje hipotálamo-hipófisis para que el ciclo natural no tenga lugar y por lo tanto no haya ovulación.
- Endometrial: impiden que el útero esté preparado para una posible implantación del embrión. Los sangrados que se tienen son falsas reglas.
- Cervical: espesan el moco que se produce en el cuello del útero o cérvix. Por lo tanto, no hay secreción fértil.
Si se dejan de utilizar hay que tener en cuenta que el cuerpo necesita un tiempo para poder eliminar las hormonas sintéticas y volver a recuperar su ritmo normal (quizá tarde varios meses).
“Hace un tiempo decidí detener la píldora porque la regulación química de mis ciclos me daba la sensación de perder el control de mi cuerpo”
¿Qué cambios se notan al dejar los anticonceptivos?
- Una de las cosas que suele suceder es que se vuelve a tener un flujo cervical abundante y transparente, propio de la fase fértil. El tiempo que pase hasta recuperarlo es muy variable en cada mujer. Si esto no sucede hay que considerar, además de la edad, que las criptas cervicales estén dañadas por el consumo prolongado de hormonas sintéticas.
- La recuperación de la ovulación suele ser rápida, bastante usual a partir del segundo ciclo, aunque depende de cada mujer.
- Puede perderse relativamente la regularidad que se tenía con los anticonceptivos (éstos creaban falsos ciclos de duración exacta).
Si se abandonan los anticonceptivos hormonales es bueno que haya un seguimiento para comprobar que la función reproductora está bien. Una gran opción para planificar de nuevo son los métodos naturales, sin efectos secundarios negativos. Con ellos la mujer descubre su cuerpo y aprende a entenderse, observando su vuelta a la fertilidad.
“Abandoné las hormonas, no por católica, sino por salud. Así que recurrí a los métodos naturales de observación del ciclo y desde entonces tengo la sensación de haber redescubierto una armonía con el entorno que me rodea”
En este proceso hay que ser consciente de que los cambios que suceden no solo son a nivel físico, sino también emocional. Hay que tener paciencia y estar preparada para redescubrirse. Sin duda vale la pena.
“Ahora entiendo cómo funciona mi ciclo menstrual, puedo reconocer con alta fiabilidad cuándo estoy infértil y cuándo fértil y así decidir de forma consecuente cuándo tener relaciones sexuales o no. Todo esto de forma natural, sin tener que medicarme, sin tener que acudir a anticonceptivos invasivos y que tienen efectos secundarios»
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